El modelo de aerogenerador G-57 del fabricante Siemens Gamesa Eólica es el gran titán de las energías renovables, que irrumpió en nuestro país y se estableció gracias a la ayuda del Grupo Ibereólica Renovables. Una potente infraestructura que llegó para quedarse.
La unión de dos grandes de la sostenibilidad
Siemens Gamesa Eólica es la compañía que creó esta gran infraestructura. Una empresa que se ha convertido en todo un referente en soluciones de energía eólica a nivel mundial con proyectos en más de 75 países.
En el año 2005 construyó el imponente y pionero aerogenerador Gamesa G-87, con una altura de hasta 100 metros y 2 MW de potencia que casi triplicaba la de los admirados por aquel entonces G-57.
La empresa necesitaba poner a prueba su nuevo aerogenerador. Y para tal misión, pensó en otro gran líder de las energías renovables: el Grupo Ibereólica Renovables, que estaba estableciendo los parques eólicos de Padornelo, Lubián y Hedroso-Aciberos en el término municipal de Lubián, en Zamora. Aquellos parques ya representaban el vínculo entre ambas compañías, ya que los aerogeneradores instalados eran el modelo Gamesa G-57, el de mayores dimensiones de la época, con 850 kW y 55 metros de altura.
Aquella era la ocasión perfecta para probar el poder del prototipo G-87 en el terreno de los parques. Un poder que le llevó a perdurar en el tiempo y a seguir siendo hoy, 16 años después, el gran gigante de la energía eólica.
Muchos valores en común
Además del nacimiento y la expansión del G-87, a Siemens Gamesa Eólica y al Grupo Ibereólica Renovables les une su vocación por impulsar la energía renovable. Y no solo eso, ya que en parte, este compromiso compartido nace de su naturaleza innovadora, el objetivo de ser pioneros en energías limpias y, ante todo, para crear juntos un mundo más sostenible.